lunes, 27 de julio de 2009

Instrucciones para el olvido


Mientras hacía sus maletas, busqué en el cajón del mueble de la tele, donde guardo todos los manuales, las instrucciones para olvidar que un día, no mucho tiempo atrás, guardé segura de que no volvería a necesitarlas. Todavía en la primera página guardaba seca una flor, ya no olía, y en la segunda el título: “Manual de instrucciones para el olvido”. Con el librillo entre las manos para que no se cerrara, me asomé al rellano de la escalera y dirigiendo la voz a un punto indefinido por encima de mí, pregunté: “¿Luis, estás seguro de que no vas a volver?”
“Más que nunca" -me dijo.
Sin duda esta vez lo decía en serio. Me serví una copa, me acomodé en el sofá y seguí leyendo.

lunes, 20 de julio de 2009

Ahora Que -Joaquin Sabina-


Ahora que tengo un alma que perder
Ahora que no te debo ni me debes
Ahora que me perfumo cada día
Ahora que nos mojamos cuando llueve
Ahora que no te engaño todavía
Ahora que parecemos colegiales
Ahora que sale gratis ser feliz
Ahora que no me culpas de tus males
Ahora que me han devuelto el mes de Abril
Ahora que nos besamos en los parques
Ahora que hacemos tantas tonterías
Ahora que estas a tiempo de olvidarme
Ahora que no te quiero todavía.

domingo, 12 de julio de 2009

Querer perdonar

Abrió la puerta y se volvió reclamando el abrazo que a mí no me apetecía darle, pero entonces recordé las sabias palabras de mi madre que siempre me decía; “niña, no hay mayor venganza que el perdón”, y sumando toda la hipocresía que aprendí en la calle, le di dos besos de refilón y lo abracé mirando a un sitio cualquiera. Bajó los siete escalones como si los estuviese contando, y cruzó la calle más encorvado que animal bajo un chaparrón de piedras, pero no me dio pena. Quise llorar, sentir vacío, tener necesidad, arrepentirme, pero no derramé ni una lágrima por más que obligué a mis ojos, ni acudió a mí ni un solo gramo de tristeza.
Cinco días más tarde volvió, con barba de cinco días. "No tengo a dónde ir, hija", me dijo, como si yo no lo supiera.
Y de nuevo callé mis recuerdos, obvié mi niñez rota, mi pies desnudos, mi mano tendida, las suyas en mi cuerpo, el frío y el miedo y pensando que mi madre donde estuviese me lo agradecería, le dejé pasar.

jueves, 9 de julio de 2009

La matanza de Texas -Noticias Amnistía Internacional-


La nueva matanza de Texas no es otra película de miedo. Es la historia de una matanza real que ha dejado más de 200 muertos en el estado de Texas, en Estados Unidos, en menos de 10 años.

La macabra historia de un gobernador, Rick Perry, que ya es responsable de casi la mitad de las ejecuciones que se han practicado en Texas desde que hace más de 30 años se implantó la pena de muerte. Y eso es una matanza en toda regla. Una matanza a sangre fría, programada y lamentablemente legal.

Entre las ejecuciones que ha firmado Rick Perry, hay personas con enfermedades mentales, personas extranjeras privadas de derechos consulares y personas cuya inocencia ha quedado demostrada después de la ejecución.

Las ejecuciones han sido públicas y con inyección letal: un sistema que a la vez que proporciona una muerte lenta y terrible, paraliza al condenado con drogas e hipócritamente ofrece al espectador una falsa apariencia de muerte indolora.

Es una historia monstruosa que ocurre abiertamente en un estado que se presenta como estado de derecho y resulta que viola el más fundamental de los derechos: el derecho a la vida.

¡Ayúdanos a parar esta matanza! Firma la petición al gobernador de Texas. Entre todos podemos hacerlo.