lunes, 29 de junio de 2009

Contra la Intolerancia

Porque inexplicablemente todavía hay países que persiguen y castigan la homosexualidad.


viernes, 26 de junio de 2009

Se acabó

Sabía que todo lo que iba componiendo sus cuerdas vocales era parte de su artimaña para convencerme, una vez más, de su legendaria inocencia, por eso esta vez, más que endulzarme, su enjambre de halagos me estaban empalagando.
-Basta- le dije- que hasta la cabeza me duele de escucharte. No digas más tonterías.
Clavó sus niñas en las mías, y en su cara leí el desespero de quien sabe que acaba de perderlo todo, porque jamás levanté la voz, jamás una evidencia de mi repulsa, y con la ira por mi rebeldía calcó las líneas de su mano en una de mis mejillas.
Y en aquel momento me juré que no habría quintas partes, ni sábanas grandes, ni dos titulares, ni calzoncillos en mi tendedero.

miércoles, 17 de junio de 2009

Santa, Santana y Satanás

Cuando viera su dibujo sobre la Inmaculada Concepción se echaría a reír, como siempre hacía. No entendíamos qué gracia le hacía al primo Santana la imagen trágica de aquella virgen grafiteada, a sabiendas de que le costó más de un disgusto aquel capricho vandálico del 86, donde no sólo hizo añicos las figuras de decenas de dioses y vírgenes inertes, sino que prendió fuego hasta a la túnica negra del capellán. Como ya esperábamos rió a carcajadas reluciendo como nunca sus ojos tintos al reconocer los últimos resquicios de su fechoría. Cuando se hartó, volvió a despedirse de nosotros, mientras, travieso, me pinchaba una nalga con su tridente.

miércoles, 10 de junio de 2009

Obsesiones


Demasiado tarde me di cuenta de que era mi diluvio, pero no mi barca. Me había prometido todo lo que se promete entre las sábanas recién desechas, y nunca se me ocurrió que me lo repitiera haciendo la compra, o cortando tomates para la ensalada, por eso cuando yo creí que había llegado la hora de las consolidaciones, retrocedió kilómetros , contradijo todo lo acordado y desapareció con un portazo. Pero él sabe que los puntos finales los pongo yo, así que mañana iré al parque donde juega el niño que está en su cartera, y con mi ensayada sonrisa celestial, le cogeré de la mano y le diré; "tu mamá me ha pedido que venga a recogerte”

domingo, 7 de junio de 2009

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