sábado, 17 de octubre de 2009

El último espejo


Está radiante el amanecer, dan ganas de no morir. O será que desde la menudencia de esta visión se arrecian los colores, o será que el abandono de mi encierro hace que germinen alas de ilusoria libertad en mi espalda, o quizás sea que a cien metros de la muerte, se desborda mi pasión por la vida.

Me devuelve a la realidad el incesante castañeo de Adelina que no consigue controlar el seísmo de sus nervios, y que yo no logro calmar por mucho que mi mano amiga se asiente sobre su rodilla.
-“Respira Adelina, disfruta de estas bocanadas de aire”, pero a Adelina le cuesta inhalar el oro que pronto no necesitaremos.

El camión detiene su cruzada, y con orden procesional nos acercamos a la pared que será nuestro último espejo. Lágrimas rubrican la tierra que despedimos, mientras, desde la otra acera de la vida oímos una desangrada voz gritar, -“Carguen, apunten, ¡¡fuego!!”.


"Mi hulmilde e insuficiente reconocimiento y homenaje a todos los que injustamente perdieron la vida frente a un pelotón de fusilamiento"

18 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando nuestra mente se oscurece con un pensamiento de tristeza, no por ello menos hermoso, que el mas alegre de los pensamientos


Muy bonito.


Un beso muy grande.

aapayés dijo...

Un post muy sentido..
un homenaje muy merecido..

Un abrazo
Con mis saludos fraternos


Que pases un buen fin de semana...

Noelplebeyo dijo...

En que clase de país se está cuando unos fusilan a otros y después se les olvida para siempre ??

Besos

Dani7 dijo...

Que habilidad para dejar sin palabras.
Sentimiento muy comprimido.
que bien escribir...

José ramon Sánchez villalba dijo...

La manera de expresar todo lo que en este maravilloso blog se escribe me hace estar pendiente de cada entrada que en él se hace.
!!Bravo¡¡

María Dolores dijo...

Esta vez Carmen me dejas sin palabras, sólo te digo que tu escrito se merece el mayor de los respetos y que no hay escritor ni poeta que te haya ganado a describir una situación así. (¡Cualquiera me deja sin palabras!).

Mi más sincera enhorabuena, leerte aunque sea en cosas triste como esta es como un soplo de aire fresco.

Un beso,

Loli.

Pedro Estudillo dijo...

Un sentido homenaje al que me uno desde aquí.
Todos ellos estarían orgullosos con tus letras.

genialsiempre dijo...

Lo has retratado con crudeza y realismo. Creo que vale la pena meditar sobre este post y rezar para que nunca se repitan estas cosas.

José María

ALE. dijo...

Es impecable el relato.
Digno sin respiro.

Un fuerte abrazo.

Marta Alicia Pereyra Buffaz dijo...

Muy impresionante, Carmen.

Recordé a mi admirado Lorca.

Besos desde Argentina.

Alinando (Antonio Díaz) dijo...

Es muy triste, sí, y real, y todo eso, pero en el texto se percibe un aire de resurrección, de canto a la vida. Tus escritos nunca pasan desapercibidos, son latas de vida condensada y, cada vez más, como en este "Último espejo", desbordas poesía. Combinación perfecta: vida y poesía condensadas. Enhorabuea Carmen, un beso.

KUBAN dijo...

Y hay muchísismos que han perdido la vida en tales circunstancias y bien merecen ese postumo y maravilloso homenaje que has sabido escribir como nadie. Gracias por visitarme. Un abrazo.

KUBAN dijo...

Gracias otra vez, por volver. Otro abrazo.

Anónimo dijo...

No es tan trágica la muerte si se endulza con esa descripción.
Es trágico que sea otro ser humano el que te quite la vida, pero no lo es tanto morir.

Un personaje famoso de cuyo nombre no me acuerdo dijo algo así como:

"He pasado billones de años muerto antes de nacer, he sido alumbrado a la vida durante un corto período de tiempo, apenas un destello, y vuelvo de nuevo a mi hogar de billones de años. ¿Qué he de temer?"

Besos, Carmen.

Tomasson dijo...

ni siquiera la voz incesante de las balas logró aplacar la voz de las miles de rosas que cayeron jóvenes del rosal. Esas voces están en nuestros corazones y se harán fuertes en nuestros pensamientos. Merecido homenaje, un beso tricolor.

Buscador de buscadores dijo...

Un auténtico homenaje, con un relato estremecedor y muy bien escrito.

Un saludo.

pepecabrera dijo...

Quizás no todos los fusilados merecieran un homenaje, véase Primo de Rivera...

Carmen dijo...

Como dice en el pie de este microrrelato, el homenaje va dirigido a las personas que "injustamente" perdieron la vida, ni pretendo politizar, ni quiero/puedo discernir entre las que fueron muertes justas e injustas. En todo caso, pensaba en las trece rosas, entre ellas, Adelina.

Gracias a ti, Pepe, y a todos, por vuestras visitas y comentarios.