jueves, 14 de enero de 2010

Todos los días al sol


y al viento, y al frío y a la lluvia...

Anoche me acordé de este señor que fotografié a las puertas de las Cuevas de Aracena, y me pregunté dónde se estaría resguardando de este diluvio y de las noches de frío. Me pregunté qué sería de tantas y tantas personas que no tienen más techo que un cartón, ni más casa que un portal.

Y me desperté hoy con verguenza por quejarme de los patios anegados, de la humedad de las paredes, de los cristales empañados, de las fotos que se arrugan, de la ropa que no se seca.

19 comentarios:

Cele dijo...

En esta epoca del año, los olvidados, sufren mas por las inclemencias propias de la epoca.
Y nosotros? Bajando la mirada, haciendonos los distraidos, mirando para otro lado, por que es que estamos en crisis. Ellos siempre están en crisis, pero a casi nadie el importa.
Un gran abrazo amiga

Anónimo dijo...

Ellos son los trogloditas del siglo XXI. Así vivíamos hace miles de años, pero...ahora podemos comparar.
Conocí a uno que además, tiene página web y que estaba feliz de vivir así (no es la postura de la mayoría, desde luego) y que me decía que él era psicólogo y que prefería vivir en la calle. En cierto modo, no quería formar parte de la corriente que a todos nos empuja.
Te dejo la página web para que puedas verla.

http://lazybeggers.net23.net/

Yo hablé en concreto con el que lleva en la mano un cartel que pone FOTOS 278 EUROS.

Narci M. Ventanas dijo...

Es cierto que a veces nos quejamos por vicio, basta apenas echar una miradita a nuestro alrededor para tomar conciencia de nuestra buena fortuna.

Besos
Narci

Pedro Estudillo dijo...

Pues gracias por haberme hecho reflexionar a mí también. De vez en cuando es sano, aunque no sé si les servirá de mucho a esos pobres.

Besos.

genialsiempre dijo...

Que no te remuerda la conciencia, mi niña, porque no es culpa tuya. Es esta maldita sociedad la que se olvida colectivamente de ellos, y nuestros gobernantes que presumen de medidas sociales, pero solo si les reporta votos y claro, esta gente no vota.
Así que arriba la sonrisa y a ver que hacemos con esas humedades.

José María

Gitana dijo...

Estoy con el amigo Pedro, ests cosas te hacen reflexionar. Desgraciadamente, la mayoría de las veces miramos hacia otro lado.
Por cierto me ha parecido genial la página que ha comentado VCC Dialogotomía, merece la pena hecharle un vistazo. Los había visto alguna vez que otra por Los Caños y en carnaales en Cádiz. En ese caso es una opción, en la mayoría una obligación; es triste pero es así.

Y la foto, genial, me gusta muchísimo, cuenta una historia en sí misma.

Gracias Carmen.

adolfo payés dijo...

Un post que desgarra la conciencia..
En esta vida de miserias.

Un abrazo
Saludos fraternos..

Que tengas un feliz fin de semana..

Tomasson dijo...

ésta es la suerte que nos trae esta sociedad, cada vez más dividida entre ricos y pobres. Alguna vez nos daremos cuenta de que el dinero, ni el coche, ni el mayor de los lujos se pueden meter en la caja, o a la pila de fuego, a la que iremos todos cuando abandonemos esta vida. Besos

La sonrisa de Hiperion dijo...

Tremenda la foto... y tremenda las palabras...

Saludos y un abrazo enorme.

José ramon Sánchez villalba dijo...

La foto es genial y el comentario es triste y real como la vida misma.
Personas así las vemos a diario por las calles, en las esquinas, entradas de supermercados, en la carretera o incluso buscando en los contenedores de basuras. Algunos han elegido esa vida pero la mayoría no han tenido otra opción como nosotros.
Nosotros somos las personas visibles del mundo y ellos los invisibles o los que no queremos ver por miedo a nuestra conciencia

José ramon Sánchez villalba dijo...

Buscando una nueva salida fotográfica mira lo que me he encontrado http://grupoalsendero.blogspot.com/2009/11/27112009-lectura-de-textos-cargo-del.html

Anónimo dijo...

Si le echáis un vistazo a la página que he referenciado más arriba, la de los Lazybeggers o los Vagosvagabundos, podréis sacar la conclusión de que quizá haya muchos más vagabundos entre nosotros de lo que creemos. Sólo hay que ver la cantidad de ricos que no son felices. Sin menospreciar las circunstancias personales de estos sin-hogar, creo que somos auténticos pobres y vagabundos cuando teniéndolo todo, no sabemos apreciarlo y alejamos, por tanto, la felicidad.

¿Quién es más vagabundo?

KUBAN dijo...

Para ser felices a veces basta con mirar alrededor. Un abrazo.

Buscador de buscadores dijo...

Continuando con mi post y el tuyo, te diré que mirar hacia abajo nos ayuda doblemente, porque nos sensibiliza de cara al prójimo, y nos hace valorar lo que tenemos.

Creo que el secreto está en mirar hacia dentro, cuando veamos la indiferencia ante la miseria, de los que nos rodean.

Somos nuestra principal herramienta; la segunda, nuestro ejemplo.

Que tengas un feliz Domingo.

Equilibrista dijo...

buena foto, muy dura y triste la realidad que representa...

es verdad que deberíamos quejarnos menos...

Cuenticiente dijo...

Mirad dentro, ¿le veis?. Tiene más que decir que cualquiera de nosotros, más que callar, más que olvidar, y tiene para amar más que cualquiera de nosotros, porque tal vez haya dejado de esperar, sin saber que si sigue despertando, es porque continua esperando.

Liliana dijo...

Detras de cada persona que vive en la calle, hay una historia de abandonos, primero la familia, el vinculo primero y luego, la sociedad toda.

Castrodorrey dijo...

Es la constante pregunta, para la que no existe respuesta alguna. Pues nadie se lleva al mendigo a su casa.
Por desgracia, no somos lo suficientemente solidarios, excepto para rasgarnos las vestiduras cuando el mal está lejos.
Porque desgracias, las hay. Pero tenemos a nuestro lado, en la esquina, alguien que no tiene cobijo, y siempre miramos para otro lado. Ahora, el desastre está muy lejos, y tooooodo el mundo se solidariza. Así somos.
Saludos cordiales.

Ignacio Reiva dijo...

Una vez que el ojo se abre, no vuelve a cerrarse más que con infinito dolor. No se entiende por que necesita este mundo de gente "sin nada". Un gran beso y excelente reflexión.