domingo, 8 de marzo de 2009

Milonga del Moro Judío

Sin fronteras, sin religiones, sin razas ni colores, que nada nos distinga, ni nos separe, ni nos enfrente... Esta noche volveré a soñarlo.



Por cada muro un lamento
en Jerusalén la dorada
y mil vidas malgastadas
por cada mandamiento.
Yo soy polvo de tu viento
y aunque sangro de tu herida,
y cada piedra querida
guarda mi amor más profundo,
no hay una piedra en el mundo
que valga lo que una vida.

Yo soy un moro judío
que vive con los cristianos,
no sé que Dios es el mío
ni cuales son mis hermanos.

No hay muerto que no me duela,
no hay un bando ganador,
no hay nada más que dolor
y otra vida que se vuela.
La guerra es muy mala escuela
no importa el disfraz que viste,
perdonen que no me aliste
bajo ninguna bandera,
vale más cualquier quimera
que un trozo de tela triste.

Y a nadie le dí permiso
para matar en mi nombre,
un hombre no es más que un hombre
y si hay Dios, así lo quiso.
El mismo suelo que piso
seguirá, yo me habré ido;
rumbo también del olvido
no hay doctrina que no vaya,
y no hay pueblo que no se haya
creído el pueblo elegido.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que genial es Mr. Drexler.
Toda una oda a la integracion.
Un abrazo

Alinando (Antonio Díaz) dijo...

Acertaste. Esta pieza es una de las que más me gustan de Drexler, y él me encanta en todo lo que hace. Además se la oí cantar en persona en el Alcazar de Jerez, una gozada. Da la casualidad de que hace algún tiempo puse una entrada en el blog de Letraslibres con otra de sus canciones. Chapeau de nuevo, Carmen.

Relatos on the rock dijo...

Que te quiero, Carmen. Llevo escuchando esta canción más de un año, al menos, y la puesto en la radio varias veces. Y ahora aún cobra más sentido, tras el viaje por aquellos lares. Muchísimas gracias, guapa, magnífica melodía para tu blog.

Muac!
Loren